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Tras la Covid-19: ¿Otro milagro económico chino?

El papel de la República Popular China en la economía mundial se ha acrecentado de manera significativa en las últimas décadas. En diciembre del 2019, la provincia de Hubei en Wuhan se convirtió en el epicentro de un brote de neumonía de causas desconocidas.

Se le asignó a la enfermedad el nombre de Covid-19, causada por el 2019-nCoV. ¿Cómo incide actualmente la enfermedad en la economía de China? ¿Qué dicen los economistas y las principales firmas de investigación?

Los inicios de la enfermedad

El 13 de marzo de 2020, la agencia EFE daba a conocer que, según una investigación del periódico hongkonés South China Morning Post, basada en datos gubernamentales, el primer contagio conocido de Covid-19 tuvo lugar el 17 de noviembre de 2019.

El 11 de enero se anunció la primera muerte en Wuhan, el 21 se confirmaba que la neumonía podía transmitirse entre humanos y el 23 la ciudad quedaba en cuarentena, cerrada al exterior. Los casos confirmados y las muertes se sucedían una tras otra. Sin embargo, China, el país donde se origina el virus, lograba contener la desconocida enfermedad. La siguiente tabla es conformada en base a datos suministrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y muestra evoluciones satisfactorias, por mes. 


Una lectura de la tabla hace deducir el titular de la Agencia EFE, el 12 de marzo de 2020: “China anuncia que alcanzó el pico de contagios por coronavirus”. El país no había levantado las estrictas medidas de seguridad, pero poco después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la enfermedad como una pandemia global, China alcanzaba el pico de contagios. “Los casos nuevos siguen disminuyendo. Creemos que hemos superado el pico del actual brote epidémico”, afirmó Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Salud. La tasa de recuperados hasta el 30 de junio, también era alta: 83.512 contagios y 78.460 recuperados.

Ahora bien, si pese a todo, China lograba contener la enfermedad, ¿qué sucederá ahora con su economía? ¿Lograrán revertir –en su país-  el difícil panorama que deja la economía en todo el mundo?

¿Qué dicen los expertos sobre la economía China?

Según el Índice Empresarial Nacional de la firma de investigación Trívium, la economía china estaba operando ─hasta mediados de marzo ─ al 69,5 por ciento de la producción normal. Las preocupaciones, según la firma, no estaban ya en las ofertas, que se recuperaban, sino también en la demanda.

Los medios oficiales también se muestran optimistas, Liang Huang, economista jefe de la Corporación de Capital Internacional de China, señaló en marzo de este año al Global Times que «si la situación continúa sin complicaciones, China es capaz de conseguir un crecimiento anual del PIB del 6 por ciento».

Claro, no todos piensan así. El analista Julian Evans Pritchard, de la consultora británica Capital Economics, dijo a la BBC que, de darse ese crecimiento, «sería algo sin precedentes en la historia económica moderna de China”. Para Evans Pritchard, los esfuerzos del Gobierno estaban en redirigir el país hacia un modelo más apoyado en la demanda interna. “China continúa teniendo una marcada dependencia de la demanda exterior, por lo que el escenario en otros países puede también afectar la economía China”, señaló Pritchard.

Pero a inicios de mayo, un dato tomaba a muchos por sorpresa: Las exportaciones chinas aumentaron un 8,2 por ciento interanual en abril. Los datos, divulgados por la Administración General de Aduanas, mostraron que las exportaciones se instalaron en este periodo en los 1.41 billones de yuanes. Evans Pritchard volvía a decir que la tendencia podría desvanecerse pronto, pues «los exportadores no van a ser inmunes a la caída de la actividad económica a nivel global». Eso comentaba a la agencia EFE el 7 de mayo de 2020.
 

Los milagros ocurren a última hora

Stella Qiu, columnista de la agencia Reuters, sorprende a los más escépticos economistas con un titular del día 3 de julio: “El sector de servicios en China crece al ritmo más rápido en 10 años”.  Stella se hace eco de los resultados de una encuesta privada –Caixin- que mostraba cómo la flexibilización de las medidas de confinamiento animó el consumo.

El Índice de Gestores de Compras (PMI, por su sigla en inglés) del sector servicios de Caixin/Markit subió a 58,4, la lectura más alta desde abril de 2010. El repunte –según la columnista de Reuters- sugiere que la recuperación de la actividad en China está siendo más equilibrada y generalizada a medida que la vida vuelve lentamente a la normalidad.

El sector servicios representa alrededor del 60 por ciento de la economía china y la mitad de los puestos de trabajo urbanos en el país, ha dicho Stella Qiu. La encuesta de Caixin mostró además cómo el subíndice de nuevos negocios recibidos por las empresas de servicios chinas subió de 55,8 en mayo a 57,3, y que la tasa de crecimiento se aceleró al ritmo más rápido desde agosto de 2010.

No obstante, el empleo se mantuvo en zona de contracción por quinto mes consecutivo, y el número de empleados de las empresas se redujo. Los dirigentes económicos chinos –dice Stella Qiu- enfrentan la dificultad de estabilizar el mercado laboral.

Las opiniones cambian con respecto a China

Lo cierto es que, frente a la realidad de China, las opiniones no son estáticas. La Comisión Europea, en sus previsiones económicas de primavera, empeoraron el pronóstico del crecimiento del PIB de China, pero apenas el uno por ciento. Más significativo es que, para el 2021, la institución mejoró el pronóstico del crecimiento hasta el 7,8 por ciento.

En el informe anterior –según datos facilitados por Sputnik el 6 de mayo pasado-, la Comisión Europea había previsto que para el 2021, la economía China cerraría en un 5,6 por ciento.

En ese sentido, los expertos de Carmignac -sociedad francesa de gestión de activos fundada en 1989- creen que por el hecho de que la crisis se haya atajado con restricciones a la movilidad y al consumo da ventaja a la economía china, más basada en la manufactura, que a las occidentales. El sector servicios había entrado en recesión en febrero, pero –según Carmignac, en un texto publicado por El Independiente- este hundimiento no va a conseguir arrastrar al resto de la economía del país.

RankiaPro va todavía más allá

RankiaPro es una empresa independiente de cualquier entidad financiera y entre sus propósitos está el aportar transparencia y mejorar la toma de decisiones financieras de los usuarios. Dentro de su equipo destacan varios doctores en economía. A finales de abril, RankiaPro, a través de su web, publicaba un análisis bajo el título: “China podría salir reforzada de esta crisis”.

¿Qué lleva a la empresa a ese tipo de pronunciamiento? RankiaPro muestra cuatro razones:

1.- Por el momento, las repercusiones económicas en Occidente son más acusadas que en China, de tal forma que el diferencial de crecimiento se ha acentuado aún más a favor de este último. Ello responde a que esta crisis, a diferencia de una recesión clásica tradicional, afecta de manera especialmente marcada a las actividades del sector servicios, incluso en mayor medida que a las actividades manufactureras.

2.- La eficacia de la externalización china y el rápido retorno de las capacidades de producción. En realidad, China ha gestionado bastante bien la crisis desde el punto de vista industrial. El valor económico de las cadenas de suministro mundiales, y especialmente la de China, no desaparecerá, al menos en nuestra opinión.

3.- El incremento del turismo chino en el extranjero y los gastos asociados representaban hasta hace poco un lastre cada vez mayor para su balanza por cuenta corriente. Ahora, ese lastre ha desaparecido, lo que compensa en parte los efectos negativos de la caída de las exportaciones de bienes sobre esta balanza por cuenta corriente.

4.- El deterioro generalizado de la situación en Occidente en los planos sanitario, económico e incluso político ha reducido considerablemente las preocupaciones sobre las salidas de capitales de China: Una inquietud menos en ese sentido.

Rankia concluye exponiendo que “aunque resulta probable que las amenazas y las críticas hacia China sigan acentuándose, no nos sorprendería en absoluto que, en última instancia, el gigante asiático salga más bien reforzado de esta crisis, al menos en términos relativos”.

¿Otro milagro chino?

Desde hace décadas, cuando el gigante asiático logró reactivar su economía, se escribe una y otra vez sobre el milagro chino. Quizá la historia, y el conocimiento del desempeño económico de la nación asiática influyan en que varias empresas, economistas y observadores, apuesten a índices de crecimiento sostenidos. Los próximos meses serán también reveladores.

Ángel Martínez Niubó