Abril, 04 de 2023 Cortesía: Venezuela-News
La dinámica económica y política actual apunta hacia la configuración de un Nuevo Orden Mundial en el que la moneda de Estados Unidos no tendrá el monopolio de las transacciones que se realizan en el comercio internacional. Este proceso en marcha resulta necesario para garantizar un nuevo equilibrio de las relaciones internacionales entre las diferentes naciones del mundo.
La historia reciente es bastante aleccionadora en torno a las arbitrariedades y atropellos -fuera de todo orden del Derecho Internacional- que ha llevado a cabo el gobierno de EEUU contra otras naciones en los últimos 53 años. Guerras, saqueos, golpes de Estado, entre otras acciones que forman parte del ilimitado repertorio que se sustenta en el actual orden mundial -en crisis-, el cual les garantiza una especie de hegemonía supranacional para inmiscuirse en asuntos internos de otros países, al punto de direccionar los procesos sociales, económicos, políticos, culturales en función de los intereses del establishment norteamericano.
Todo aquel que no comulgue con las imposiciones que en el marco de la globalización neoliberal impone el gobierno estadounidense, automáticamente es atacado despiadadamente, haciendo uso de toda la infraestructura e instituciones construidas a imagen y semejanza del hegemón.
Los tiempos cambian y con ello, las estrategias de guerra aplicadas también lo hacen. Sin hacer un disparo, ni mover toda una artillería o armas de combate, han venido instrumentando una estrategia de guerra difusa, a través de la cual implosionan la economía de un país con el objeto de crear malestar en el seno de la sociedad promoviendo y acentuando las desigualdades sociales como un elemento necesario para producir un quiebre político que permita desde una intervención armada hasta el desenlace final, la constitución de un gobierno servil.
En este orden de ideas, la globalización neoliberal iniciada en la década de los 70 atraviesa una profunda crisis del proceso de acumulación capitalista que tiene expresión en diferentes ámbitos de la vida humana.
La crisis financiera del 2008, la covid-19 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania (OTAN, EEUU y la Unión Europea) en pleno desarrollo, constituyen un conjunto de contradicciones sobre las cuales se prefigura el Nuevo Orden Mundial. Las economías emergentes, encabezadas por China y Rusia apuntan a la implosión de la hegemonía instaurada por el Gobierno de los EE.UU. desde la postguerra.
Considerable atención merece la línea de trabajo asumida por Brasil recientemente, que a nuestro juicio debería ser adoptada por todos los países de la región, conformando un bloque que respete y tome en cuenta en la política a instrumentar las diferencias estructurales de sus economías, ello con el objeto de constituir una cámara de compensación que permita la materialización efectiva de los intercambios comerciales y, además pueda impulsar la actividad productiva mediante préstamos en la moneda local de cada país.
Desdolarizar el comercio internacional, romper con la hegemonía del sistema SWIFT, plataforma intermediaria de operaciones bancarias, constituye una tarea inaplazable y estratégica para perfilar el camino hacia un nuevo equilibrio que responda a los intereses colectivos de cada nación impulsando la bandera de la equidad y autodeterminación.